En cultivos de verano sometidos a estrés térmico e hídrico, Bacillus altitudinis actúa como un biofertilizante funcional capaz de solubilizar nutrientes, fijar nitrógeno, inducir respuestas de defensa y mejorar el sistema radicular. Su eficacia está respaldada por ensayos técnicos y su registro oficial en España garantiza su uso seguro y legal. Una herramienta clave para optimizar la productividad agrícola en condiciones extremas.